Después de tanto tiempo sin escribir en mi blog, entre otras cosas por estar dedicado a terminar mi próximo libro, "SAINETECEDINA. La mejor medicina para quien no orina", dejo aquí esta reflexión:
El otro día comentábamos un grupo de amigos la influencia que tiene la televisión a la hora de decidir los nombres para los hijos. Es evidente que cuando una serie tiene éxito, buena parte de la generación que nace durante esa época llevan el nombre de sus protagonistas. Un ejemplo claro es "Catalina", un nombre que estaba absolutamente denostado y que, sin embargo, la protagonista de "Sin tetas no hay paraíso" puso de moda y consiguió que, un nombre que parecía anacrónico y que a nadie se le hubiese ocurrido poner a una hija en estos tiempos que corren..., de repente, vuelva a estar en candelero, incluso que hasta parezca bonito, logrando con ello que haya una generación de niñas con abundancia de "Catalinas".
Pues bien, hablando sobre ello y, teniendo en cuenta que estoy intentando colocar mis sainetes, en formato sketch, en alguna cadena de televisión, y si, como espero, o más bien deseo, o espero y deseo, algún día consigo que sean un éxito televisivo......., pensaba yo que la que puedo liar es morrocotuda, ja, ja, ja....
¿Os imagináis una generación entera llena de "Margaritos", Teresos", Leoncias, "Gurrapatos", "Lisardas", "Abundias", "Nicetos", etc, etc, etc....?