Ha llegado el verano y con él las fiestas de los pueblos; y con las fiestas de los pueblos otra de tantas y tantas incongruencias de esta sociedad en la que vivimos: los encierros. Bueno..., encierros y demás festejos taurinos de este tipo. No puedo entender que velen tanto por tu vida, obligándote a llevar el cinturón de seguridad puesto cuando conduces, que no te dejen bañarte en una piscina pública cuando hay tormenta, que limiten la velocidad y pongan radares, "por tu seguridad", etc, etc, etc... y, sin embargo, te suelten toros por las calles en las fiestas de tu pueblo cuando estás borracho. Es inaudito. Yo, cada vez que oigo la noticia de rigor cada verano de otro nuevo muerto en alguno de los innumerables encierros que se producen en nuestro país, me pongo malo. Cada vez que veo en televisión esas espeluznantes cogidas que se producen una y otra vez en las fiestas taurinas de nuestros pueblos, propiciadas por la temeridad de las víctimas y, sobre todo, por la insensatez y la sinrazón de los gobernantes que, no solo las consienten, sino que hasta las organizan y las fomentan..., no puedo dar crédito a que esto esté ocurriendo en España en pleno siglo XXI. Me parece arcaico y tercermundista. Solo por el maltrato a los animales, ya deberían estar prohibidos todo este tipo de festejos taurinos, cuanto más cuando se pone en riesgo la vida de las personas; y no solo la de los temerarios que se arriesgan –borrachos o no-, sino la de cualquier transeúnte que vaya por la calle tranquilamente y de pronto se vea corneado por un toro que se ha escapado del recinto vallado; que no sería la primera ni la segunda vez que ocurre. Pero, claro, hay tanto dinero por medio en el tema taurino..., hay tantos intereses creados en esto de los toros...., hay tantos votos perdidos para quien tuviera las agallas de suprimirlo.......
